El primer crêpe siempre sale raro… pero es el que rompe el hielo 🥞

💬 ¿Y si el primer intento no tiene que salir perfecto? Si convives con vaginismo, bloqueo sexual o dolor en las relaciones, es normal que te cueste dar el primer paso. A veces esperamos estar “listas” para empezar, pero la seguridad no llega sola: se construye al avanzar. En este artículo usamos una metáfora sencilla y potente —los crêpes— para recordarte que el primer intento no tiene que ser perfecto: solo tiene que ser el primero.

Nerea Sancho Esnaola

7/20/20251 min irakurri

Fotografía: Dorée. Nexu! 2025.

El primer crêpe siempre sale raro… pero es el que rompe el hielo 🥞

¿Alguna vez has hecho crêpes en casa?
Sabes cómo va: calientas la sartén, pones un poco de masa… y el primero siempre sale mal.
Se pega, se rompe, queda crudo o quemado.
Y da rabia. Porque tenías ganas. Porque te habías esforzado. Porque parecía que lo ibas a hacer bien.

Pero si lo piensas…
la única función real del primer crêpe es empezar.
Romper el hielo. Calentar la sartén. Poner el cuerpo en marcha.

Empezar algo nuevo nunca es perfecto

Y con tu cuerpo pasa igual.
Si llevas tiempo con vaginismo, dolor o bloqueo sexual, es normal que tengas miedo a intentarlo.
No porque no quieras.
Sino porque no tienes la experiencia de haberlo hecho.
Y sin experiencia… tampoco tienes seguridad.

Es un círculo muy tramposo:

“No me atrevo a probar, porque no sé si podré.”
“Y como no pruebo… nunca me demuestro que puedo.”

No necesitas hacerlo perfecto. Solo necesitas empezar.

Como con los crêpes:
El primero no va a salir como esperas.
Quizá no será cómodo.
Quizá te saldrá torcido, tembloroso, lleno de dudas.
Pero ya no estarás en el punto cero.
Ya estarás en el camino. Con el fuego encendido. Con tu cuerpo diciéndote: “vale, esto empieza”.

Y después del primero… viene el segundo.
Y después, el tercero.
Y sin darte cuenta, empiezas a confiar.

No te quedes mirando la sartén vacía

A muchas mujeres les pasa:
Quieren cambiar, sanar, recuperar el placer.
Pero siguen en pausa, esperando a sentirse preparadas, seguras, listas.
Y eso no llega nunca. Porque la seguridad no viene antes de empezar, viene después de haberte atrevido.

🫶 No necesitas saber hacerlo. Solo necesitas atreverte a aprender.

¿Y si hoy haces tu primer crêpe?

Aunque salga torcido.
Aunque te dé vergüenza.
Atraviesa la incomodidad.
Es más de lo que llevas haciendo hasta ahora.
Y eso… ya es un avance.