El miedo que te abre los ojos…

No siempre das el paso porque tu bloqueo sexual duela menos.
A veces lo que cambia todo es que aparece un miedo que duele más.
Ese miedo mayor se convierte en el empujón que te hace tomar decisiones serias, dejar atrás intentos sueltos y apostar por un proceso real.

“El error es esperar a que aparezca ese miedo mayor… porque para entonces ya has perdido demasiado.”

1️⃣ El miedo a perder a tu amor ❤️

Hay un momento en que el miedo a perder a tu pareja pesa más que el miedo a enfrentarte a tu bloqueo sexual.
Ese miedo mayor te empuja, pero si esperas a que llegue… quizá ya hayas perdido tiempo, oportunidades y parte de la conexión con tu pareja.

Suele ocurrir que…
Llega a casa y ya no te mira como antes.
Las conversaciones se acortan, el tono se enfría.
Te habla de otras cosas, pero ya no te busca.
Notas esa distancia que no se dice en voz alta, pero que lo invade todo.
Y de pronto, el miedo a perderle es más grande que cualquier incomodidad que te provoque enfrentarte a tu bloqueo.

2️⃣ El miedo a no ser madre 🤱

Te das cuenta de que el tiempo avanza y que la biología puede poner un límite antes de lo que esperas.
Ese miedo mayor puede doler más que el miedo a afrontar tu dificultad… pero para entonces, el margen quizá sea menor.

Te encuentras con situaciones como…
Visitar a una amiga que acaba de tener a su bebé.
Te lo pone en brazos y sonríe.
Tú sonríes también, pero dentro escuchas el tic-tac del reloj como si fuera un martillo.
Ese sonido es más fuerte que tu bloqueo, más fuerte que tu vergüenza, más fuerte que tu resistencia.
Te cala y te empuja.

3️⃣ El miedo a quedarte sola para siempre 🕰️

A veces lo que te mueve no es el presente… sino la imagen del futuro que quieres evitar.
Ese miedo mayor puede ganarle la partida a tu bloqueo sexual.

Poco a poco…
Empiezas a notar que tus amigas se comprometen, forman familias, avanzan.
Llega el día que… te ves a ti misma volviendo a casa con la compra en la mano,
y al abrir la puerta solo hay silencio.
No hay risas compartidas, ni mensajes que contestar, ni planes para el fin de semana.
Ese miedo te aprieta el pecho y se coloca por encima de cualquier temor a enfrentar tu bloqueo sexual.

El problema de esperar ⏳

Cuando actúas movida por un miedo mayor, casi siempre llegas con prisas, bajo presión, con relaciones deterioradas y la sensación de que vas tarde.
Es como hacer los deberes la noche antes de entregarlos.

“Hacer terapia desde la urgencia es como correr un maratón con una mochila llena de piedras.”

Lo bueno de actuar antes 🚀

Si decides dar el paso a tiempo, trabajas con el viento a favor:

• Tu pareja está más dispuesta a colaborar.

• No hay una cuenta atrás biológica apretándote.

• No partes solo desde la supervivencia y el miedo, sino desde la ilusión, la calma y la seguridad.

“Invertir antes es invertir mejor: más calma, más opciones, más resultados.”

💬 Pregunta para ti:
¿Vas a esperar a que aparezca ese miedo mayor… o vas a actuar ahora, con todo a favor?

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